La belleza de la mujer se halla iluminada por una luz que nos lleva y convida a contemplar
el alma que tal cuerpo habita, y si aquélla es tan bella como ésta, es imposible no amarla.
Sócrates
Los orígenes del corsé [1] digamos, “primitivo”, se encuentra en la antigüedad donde mujeres de civilizaciones como la griega, persa o romana, usaban una especie de corsé para levantar el busto, afinar la cintura. [2]
Pero fue hacia los siglos XVI y XVII que el uso del corsé ganó popularidad al ser una prenda usada por la mayoría de mujeres. Y estos corsés renacentistas eran de materiales rígidos e incómodos, ya que, el esqueleto de la prenda se armaba con varillas de hierro, madera o huesos de ballena. [3]
En el siglo XVIII la prenda ya era usada también por los hombres, los niños y niñas a partir de los 7 u 8 años, principalmente en las clases sociales más altas; A mediados de este siglo se hacía la transición hacia los famosos corsés victorianos. Contrario a las creencias populares de los corsés victorianos, no todas las mujeres apretaban sus corsés al extremo y mucho menos a diario, aunque, si afinaban sus cinturas a medidas extremas cuando lo hacían y llegaban en muchas ocasiones a generarles daños, los cuales, mencionaré más adelante.[4]
Para el siglo XIX en Francia, después de la Revolución Francesa aproximadamente de 1795 hasta 1805, desapareció el uso del corsé ya que se cuenta que Napoleón odiaba aquella prenda llamándola " el asesino de la raza humana" y mando a que se prohibiera su uso de esta, ya que él consideraba que la prenda tenía efectos negativos sobre la natalidad y sus intenciones militares necesitaban de nacimientos masivos para los futuros soldados de la patria. Pero estas normas no duraron mucho tiempo y aproximadamente después de 1810 los corsés largos y apretados regresaron a ponerse de moda.[5]
Pero México no estaba aislado del mundo y también aquí tuvimos un tiempo en que se popularizo la prenda, por ejemplo, en el porfiriato que inicio en 1876 se inició una etapa de pacificación y progreso del país, así como un afrancesamiento en varios aspectos sociales, urbanísticos y de moda. Ante esto, muchas mujeres de la élite porfiriana sacrificaron su cuerpo y sus gustos para pertenecer u honrar a sus esposos al utilizar finas prendas, pues era muy importante utilizar atuendos y accesorios caros que demostraran el poder adquisitivo del hombre. El estatus social era de suma importancia para aquellos que querían ser tomados en cuenta.[6]
Cambios anatómicos y fisiológicos asociados al uso del corsé
Todo en exceso hace daño y el corsé no es la excepción. Inmediatamente después de utilizar el corsé se notan los efectos de este, sobre el cuerpo humano de la mujer, como la postura erguida y la reducción del contorno de la cintura, pero, estos efectos son solo al ponérselo.
Al hacer uso de esta prenda por un tiempo más largo como se acostumbraba en los siglos mencionados, se comienzan a dar las primeras deformaciones físicas que desencadenan problemas de salud mucho más peligrosos que simplemente perder el aire y desmayarse.
Para abordar los efectos comenzare describiendo en general el caso y posteriormente los daños en cada uno de los aparatos comprometidos.
El sistema óseo es la estructura más comprometida directamente en este caso, ya que, los huesos del tórax se modifican por la presión que ejerce el corsé en el sitio, se contraen y toman la forma de la prenda, aprisionando los pulmones, el corazón y el diafragma sube poco más; así mismo, aparatos como el hígado, riñones, intestinos que se encuentran en la cavidad abdominal descienden y por último los músculos propios del tórax y abdomen también se ven afectados en este movimiento y presión en el tronco femenino.
Sistema óseo [7](Tórax y Columna dorsal): La columna vertebral es el eje central que recorre desde nuestro cuello hasta el cóccix y se encuentra dividida en 4 regiones; la cervical, la dorsal, la lumbar y la sacrocoxial, a su vez cuenta con curvaturas convexas y cóncavas que permiten hacer resistencia a la gravedad terrestre. La columna es importante porque permite la posición erecta del humano, ser la base para las articulaciones de miembros, costillas y cabeza; y por último, ser el conducto por el que bajan los nervios principales que permiten el funcionamiento nervioso del cuerpo.
Para nuestro trabajo del corsé, abordaremos la zona dorsal compuesta de 12 vertebras y de estas se articulan las costillas. El uso del corsé de forma diaria provoca que en esta zona vertebral, primero, se pierda la curvatura cóncava natural, después que las costillas-como ya se mencionó- se cierren en la caja torácica, aprisionando órganos vitales, generando con esto una deformación ósea y atrofias musculares, provocando que la mujer dependa del corsé para caminar.
Pulmones y corazón: Al ser aprisionados los pulmones y atrofiarse los músculos necesarios para la respiración, se comienza a dar una insuficiencia respiratoria que provoca en el menor de los casos desmayos por la falta de oxígeno, pero, ya en casos graves, la falta de oxígeno hace que la sangre no se oxigene de forma óptima y que esta al circular por el torrente sanguíneo no pueda alimentar de este gas a aparatos que necesitan de el para sus funciones como el corazón generando taquicardias.
Riñones: La presión generada por los corsés hacían que estos descendieran y provocar problemas de obstrucción de orina y a sí mismo, ante la falta de sangre bien oxigenada, se generan otros problemas de tipo renal.
Funciones digestivas: Como ya se mencionó, los aparatos del abdomen como el estómago e intestinos se ven también comprometidos en el movimiento interno produciendo una especie de bypass gástrico y que la digestión no sea buena generando malnutrición y anorexia por la falta de alimento y hasta en ocasiones provocar reflujo gastroesofágico.
Otras estructuras[8]: El reacomodo del sistema óseo, digestivo y respiratorio afectan también a aquellos aparatos que no están en la zona afectada, ejemplos de esto, son el útero y las venas localizadas en la pelvis. El primero, el útero, desciende de su sitio anatómico hacia la vagina y deja su lugar a los intestinos; este reacomodo del útero genera desde dolores, problemas menstruales, infertilidad, abortos y en el peor caso, la muerte.[9] Por último, la presión sobre las venas de la pelvis genera hinchazón en los miembros inferiores por la dificultad en la circulación sanguínea generando trombos que a su vez pueden provocar una embolia pulmonar si llega a viajar por el torrente sanguíneo hacia el sistema respiratorio.
[1] corsé proviene del antiguo francés “cors” que era un diminutivo de “cuerpo”.
[2] Paseando por la Historia: Historia del corset. (2010). Paseandohistoria.blogspot.mx. Consultado el 21 May 2016, en http://paseandohistoria.blogspot.mx/2010/05/historia-del-corset.html
[3] México Ayer y Hoy: El Corset. (2011). Mexicoayeryhoy.blogspot.mx. Consultado el 21 May 2016, en http://mexicoayeryhoy.blogspot.mx/2011/02/el-corset.html
[4] ("Paseando por la Historia: Historia del corset", 2010)
[5] Ocampo, C. & perfil, V. (2013). EL CORSET: ANTES DE AYER, AYER Y HOY: Siglo XIX. Lahistoriademicorset.blogspot.mx. Consultado el 21 May 2016, en http://lahistoriademicorset.blogspot.mx/search/label/Siglo%20XIX
[6] La indumentaria, del Imperio al Porfiriato. (2010). Mexicodesconocido.com.mx. Consultado el 21 May 2016, en http://www.mexicodesconocido.com.mx/la-indumentaria-del-imperio-al-porfiriato.html
[7] Quiroz Gutiérrez, F. (1984). Tratado de anatomía humana. México, D.F.: Editorial Porrúa.
[8] ibíd.
[9] La historia del_corse._silvia_abreu_reyes. (2016). Es.slideshare.net. Consultado el 21 May 2016, en http://es.slideshare.net/anagalvan/la-historia-delcorsesilviaabreureyes-15169685
